Sesion familiar con la mascota
¿Las mascotas son parte de nuestra familia? ¿Deberían salir en fotos familiares?¡Por supuesto que sí deberían incluirse en la sesión familiar con la mascota!
Hay quienes consideran que las mascotas nada más son animales y punto. Las mascotas han llegado a ser más que eso. En muchos casos, son los hijos. Cada vez lo veo más. No lo digo sólo por ser fotógrafa, sino por estar dentro del negocio familiar de veterinarias.
Antes, los perros eran sólo perros y ahora son perrhijos.
Las familias han ido evolucionando y la gente ya no tiene hijos, sino perrhijos. Son familias que se conforman con la mascota. En mi caso, mi perrita Cloe y yo somos una burbujita, diría el ex Ministro de Salud Daniel Salas.
Y así hay muchos casos de personas solteras que no tienen hijos humanos, pero tienen perros o gatos. Entonces, por supuesto que considero que las sesiones familiares con la mascota son importantes.
Renovar fotografías con animales cada cierto tiempo
Además, es bueno ir renovando el retrato familiar cada cierto tiempo. Eso ya lo he discutido antes en este otro blog. Lo he visto muchas veces que la última sesión profesional de fotografía que se tomó una familia fue hace unos cinco años, cuando aún tenían apenas un hijo. Resulta que cinco años después el primer hijo ya tendrá seis y un segundo hijo de tres. Y ¡el hijo menor no aparece en ningún retrato familiar en los últimos tres años! Ni siquiera hay un registro familiar fotográfico profesional de ese bebé desde que nació.
Una fotografía profesional no se compara a una tomada con el celular
Claro que aparecerán personas en fotografías tomadas con el celular, tal vez, pero eso es totalmente diferente. No podemos comparar la calidad ni la composición o el conocimiento detrás de esa fotografía ni la calidad. Por más que existan buenos celulares con cámaras de muchos megapixeles, no se compara una fotografía de celular con una tomada por un fotógrafo profesional con un equipo de calidad profesional..
Las mascotas son parte importante de una familia
Además, a veces, aparte de que tienen un hijo más, encima tienen un perro. Y el perro tampoco está en esos retratos profesionales. Pero los perros llegan a ser parte importante de la familia, por eso es tan importante, que la sesión familiar con la mascota los incluya.
Frontera y mi familia como ejemplo personal
Nosotros tuvimos a Frontera. Estuvo con nosotros durante catorce años. Se murió el año pasado y es hyper doloroso. Aún se me quiebra la voz cuando lo cuento. Tengo muchos recuerdos e historias, inclusive ahora, cuando salen los recordatorios de las fotos en redes sociales, es muy triste pero, al mismo tiempo, también es bonito.
Considero 100% que las mascotas deben ser parte de esos momentos de la historia familiar. Como todas las familias evolucionan, las mascotas también van a evolucionar con la familia.
Este año en nuestra foto familiar no sale Frontera, pero salen Pil, Cloe, Zorro y Dota. Han sido estas mascotas las que, a través de los años, han ido ingresando a nuestro núcleo familiar.
Quienes piensan en no hacer la sesión familiar con la mascota
A veces la gente no las quiere llevar para no complicarse. Quizás a veces es porque quieren ir a comer después de la sesión y con la mascota eso se les complica o porque la mascota se porta muy mal, por ejemplo. Siempre hay diferentes factores.
Es importante que vayan, inclusive si consideran que se van a portar mal en el estudio, se puede hacer una sesión en la casa o en un parque o lugar que sea seguro y cerrado. Hay maneras. No tienen por qué ser excluidas o que vaya una y otra no. No porque una se porte bien y las otras no lo hagan se les debe tratar distinto. Me parece sumamente importante que se les dé el mismo valor o protagonismo a todas por igual.
Cada mascota tiene una personalidad propia
Al fin y al cabo, son parte de nuestra familia. Cada mascota tiene su propia personalidad. Cada una es diferente y tiene distintos comportamientos. Uno puede llegar y decir: “Claro! Esto lo hizo Pil!” o “Sí, esto parece que fue Cloe la que lo hizo así” o “A Zorro le gusta jugar con piedras en vez de bolas” y así uno aprende a conocerlos, entenderlos, respetarlos y quererlos tal y como son.
Las mascotas le dan compañía. Si yo estoy mucho tiempo sentada en la compu, Cloe llega a chuparme las piernas, por ejemplo. Es como si estuviera diciéndome: “Hey! Estoy acá!”. Cuando se acercan las 5:00 p.m., inclusive como a las 3:00 p.m. ya se empieza a acercar a la puerta, como queriendo darme a entender si ya la voy a llevar a pasear.
Tomar una fotografía con mascota es reconocer su presencia y valor
Las mascotas le ayudan a uno a hacer ejercicio, le dan cariño, lo despiertan. Hay un montón de factores por los cuales las mascotas, que además son súper leales, merecen su lugar en la foto familiar. Yo, por lo menos, no considero que un retrato familiar profesional esté completo sin la mascota, perro o gato que en ese momento esté viviendo con todos.
Integrar a la mascota en la fotografía profesional es reconocer la historia familiar
Es parte del periodo histórico de ese momento. En veinte años, puede ser que vea la fotografía y recuerde a Frontera. También se puede recordar lo difícil que fue que todos los perros miraran hacia el frente para la cámara en el mismo momento, por ejemplo. Eso hace que las fotografías sean únicas y se conviertan en un recuerdo único para la familia.
En veinte años, no necesitarían decir cosas como: “¡Ay! Nunca le tomamos foto a Frontera” o “No sé cuál perro teníamos en ese momento”.
Es como cuando un abuelito se muere de repente y tenemos que decir: “Uy! No tengo ninguna foto con mi abuelo!” Lo mismo pasa con las mascotas. Nos encariñamos mucho y a veces nos da lástima que a veces no exista esa conciencia de que es importante dentro de la familia para que puedan salir en el retrato profesional.
Si quieren tomarse una sesión familiar con la mascota, sepan que mi estudio siempre estará abierto, que yo no cobro por miembro adicional que se una a la sesión y que, también, les puedo recomendar que hagamos la sesión profesional de fotografía en exteriores o algún lugar más cómodo y provecho para terminar con fotografías hechas a su medida.