¿Qué es importante contemplar en sesiónes fotograficas con niños?
Es súper importante pensar en los horarios de los niños. Esa es la primera de las recomendaciones para preparase para sesiones fotográficas con niños.
Muchos papás sacan cita de sesiones de fotografías profesionales pensando en la disponibillidad del fotógrafo o para cuando ellos tienen tiempo de alistar a sus hijos, pero no contemplan el horario usual de los niños a la hora de esa cita.
Y a veces pasa que la programan cuando ellos suelen comer o cuando hacen siesta, entonces la sesión se vuelve un poco difícil, porque estan de mal humor.
Al final de cuentas, el fotógrafo se puede acomodar o puede esperar. Es preferible hacer la sesión en horas en las que el niño va a estar de buen humor que hacerlo en horas que le funcionan a los adultos.
Las horas de comer
Las horas de comer son otra consideración. Hay que evaluar las horas usuales que tienen los niños para comer a la hora de programar una sesión. Y prepararse llevando meriendas o cosas rápidas que puedan comer.
Si un bebé todavía mama, por ejemplo, se puede parar la sesión para que el niño coma. Hay niños que lo necesitan inclusive hasta los 2 años de edad.
Es mejor hacer una pausa durante la sesión para que el bebé coma, que pase en la sesión con hambre. Los niños no tienen por qué estar como los adultos, que uno a veces se sacrifica sin almorzar o comer con tal de hacer lo que tenga que hacer.
Por dicha, los niños realmente pueden expresar sus emociones y decir que tienen hambre y no pueden seguir. Ojalá los adultos pudiéramos respetarnos lo suficiente para escucharnos y hacer lo mismo.
Es muy importante respetar los horarios de comida para las sesiones fotográficas con niños.
Probar con tiempo lo que se van a poner
Otro punto importante es probar lo que se van a poner de ropa para la sesión. Y llevarles la ropa como cambio para ponérselas en el estudio o lugar de las fotografías en vez de llevarlos ya listos y vestidos.
¿Qué es lo que pasa?
Tampoco hay que hacerlo con muchísimo tiempo antes, porque a veces los papás les compran a los niños ropas a los seis meses por alguna oferta y cuando llegan a la sesión ya no le queda, no le entra o le queda grande.
A veces compran la ropa el día antes, y no consigue lo que quieren o no esta en la talla que la necesitan y cuando llegan a la sesión se dan cuenta que no les quedó.
Lo mejor es preparar la ropa y todo lo que van a usar durante la sesión con suficiente tiempo previo. Darse uno o dos días de antelación para probarse lo que van a usar es una buena práctica. Sirve para darse cuenta que todo quede en orden o hacer los ajustes que sean necesarios.
Esto tambien aplica para los adultos y tambien ver como se va a ver la combinacion de colores junta en caso de que quieran hacer algun cambio.
Es recomendable llevar otro cambio de ropa, también, porque uno nunca sabe cuándo se la ponen y en qué momento se pueden ensuciar. Y los niños se ensucian súper rápido. Cuando ya es la hora de la foto tal vez los acaban de cambiar y ya andan manchados.
La preparación en casa es importante
De hecho, la preparación antes de salir es un paso clave. Vale la pena empezar a prepararlos con tiempo y decirles: “Vamos a ir a tomarnos una foto”. Ver cómo sonríe. También se les puede ir tomando fotos con el celular para que le vayan perdiendo el miedo a la cámara. Así se les puede ir preparando para la sesión de fotos profesional.
Se les puede hablar que van a ir a un estudio, donde existen luces y flash, para que el niño comprenda lo que va a ir a hacer en vez de que todo esto le tome por sorpresa.
Se le puede explicar con tiempo que es una actividad familiar, que van a ir todos y después de la sesión van a ir a comer, por ejemplo. Lo que importa es que se les explique con tiempo lo que van a ir a hacer y cómo es la experiencia que van a vivir.
Contemplar si se les quiere premiar
Yo no estoy muy de acuerdo con esto, pero sé que funciona y que depende de cada familia. Premiar a los niños por una sesión de fotos puede servir para que el niño se porte bien durante la sesión y participe en las fotos.
Se le puede decir que, si tienen cierto comportamiento, van a comer después o regala alguna cosa. Más que un chantaje, se trata de recompensarlos de alguna forma, que puede ser la que sirva a cada familia, para que la sesión salga mejor.
Llegar con buena actitud y paciencia a las sesiones fotográficas con niños
Por último, tengo una recomendación especialmente para los papás, porque se suelen enojar y perder el control. Es importante llegar con la mejor actitud y mucha paciencia. De lo contrario, una pérdida de control o el enojo se le puede pasar a los niños, y ellos van a empezar a llamar la atención.
Lo mejor es estar dispuestos a hablar con los niños.
A veces los papás llegan con ideas fijas de lo que querían y los niños no necesariamente van a querer hacer justo eso. A veces quieren una foto donde salgan los niños comiendo queque y se embarren un poco, por ejemplo, y hay niños que no quieren ensuciarse. Entonces, también es tener respeto hacia los niños, escucharlos y poder decir “¿No querés? Está bien. ¡No pasa nada!”
No siempre todo va a salir como se ve en Pinterest y ¡eso está bien! Las fotografías al fin y al cabo van a ser diferentes y siempre van a ser únicas. Si el bebé no quiso tocar el queque, eso está bien. No tenía que salir embarrado.
En todo caso, todo esto se trata de poder escuchar a sus hijos, ver lo que ellos quieren y necesitan para que la sesión se haga con respeto.
Con todo esto, solo quiero decir, que las sesiones fotográficas con niños, no siempre van a ser lo que uno espera, pero si se dan la oportunidad, pueden salir cosas magicas y unicas que los representen como familia.
Un abrazo,
Karla Cordero