Hola, soy Karla y estoy empezando este blog para que puedan conocer un poquito más de mi trayectoria y estilo de vida. Hoy quiero comenzar compartiéndoles un poco sobre mi recorrido, desde mis veintes, alrededor del mundo y de mi inicio en la fotografía en cruceros.
Para quienes gusten aprender y comparar un tanto las certificaciones y licencias fotografícas, también en el futuro voy a ir incluyendo información relevante sobre los procesos de admisión, las certificaciones que he obtenido, las membresías y carteras a las cuales pertenezco, junto con otros detalles de esa índole. Espero que les guste.
Comencemos por el 2004, cuando tenía escasos 23, y quise salir al mundo a rodar por donde pudiera. Entonces, tomé una oportunidad de montarme a bordo de un barco de cruceros y fue así como recorrí casi el mundo entero trabajando en fotografía. Esto fue poco después de terminar mis estudios fotográficos en el CUNA, que ahora es parte de la Universidad Técnica Nacional.
Con el tiempo, puedo decir que trabajar en barcos me permitió no sólo ejercer mis dos pasatiempos favoritos, la fotografía y el viajar por el mundo, sino que también me permitió fotografiar en una gran variedad de escenarios y a un sin fin de individuos de distintas culturas.
Al final de cuentas trabajé con 3 líneas de cruceros distintas, todas de un nivel de 5 estrellas. Se llaman Crystal Cruises, Celebrity Cruises y Holland America. Entre ellas, Crystal Cruises realmente tiene una categorización de 6 estrellas y, por detalles que ya explicaré, es mi favorita de todas.
Estos barcos en su totalidad me llevarían por todo el Mediterráneo, Caribe, Sur América, Asia, el Mar Báltico, el Mar Negro, la Riviera Mexicana, el Canal de Panamá, subiendo desde New England hacia Canadá, Montreal y Halifax, por nombrar algunos recorridos. Fue así como aprendí sobre la fotografía en volumen, por ejemplo.
Para adentrarnos un poco en el mundo de los cruceros, podemos comenzar con Crystal Cruises, una empresa que lleva, como ellos anuncian en esta página, más de 2 décadas de ganar una cantidad sin precedentes de premios de primera calidad en diversas categorías.
Sobretodo, encuentro que atienden muy familiarmente tanto al cliente como a su tripulación. Lo que procuran es que la tripulación no sea una cantidad enorme en números para que los clientes y la tripulación realmente se puedan conocer entre sí, generando así una experiencia familiar a bordo.
Crystal Cruises, además, tiene la mayor cantidad de destinos a nivel mundial, especialmente dentro de la categoría de lujo para los pasajeros. Claramente se dedican a vender servicios mejor conocidos como high end. Esto tiene una relación particular con mi negocio que comprenderán hacia el final de este escrito. Seguro se preguntarán:
¿Cómo se conecta esto con la fotografía?
Bueno…en esas ligas, los fotógrafos que van a bordo en algunos cruceros al año son de los mejores profesionales posibles. De hecho, tienen fotógrafos másters a bordo en ciertas ocasiones, lo cual permite sesiones mucho más exclusivas. Encima, vinculan sus servicios fotográficos con procesos de licencias.
El British Institute of Portrait Photography, mejor conocido por sus siglas BIPP, tanto como el Master Photographers Association, también conocido como MPA, aportan alianzas y servicios por parte de fotógrafos conocidos como master photographers, quienes hacen sesiones de fotografía privadas a bordo de estos cruceros en ocasiones anuales, por ejemplo.
Lo que yo encuentro con esto es que eso nos permitía hacer sesiones de fotografía de otra índole completamente. En otras líneas de bajo costo una se debe vestir de algún personaje. Para los fotógrafos en esos cruceros el acercarse a los clientes se vuelve algo un tanto más invasivo.
En Holland America al igual que Celebrity Cruises, por nombrar otras líneas en comparación, inclusive debíamos vestirnos de algún traje de personaje, abrazar a los clientes y esperar a que otro compañero fotógrafo tomara la foto, aunque fueran líneas de mayores estrellas.
En Crystal, al contrario, el concepto a manejar era el de buscar el nombre del puerto, el salvavidas o el crucero en el fondo de la fotografía, lo cual nos permitía tomar fotos más limpias de manera más educada, de cierta forma. Al no haber puertos fijos en esa línea de cruceros, tomar fotos de relevancia se volvía más interesante.
Mientras líneas como Royal Caribbean recorren el Caribe en 6 meses, en Crystal se recorren territorios por temporadas. Es decir que, mientras un barco de Crystal recorre el mediterráneo, por decir algo, otro cubre el Báltico.
No es inusual que ejecuten lo que se llama “port of call”, que básicamente describe la primera vez que esa línea llega a un puerto en particular. Con 54 nacionalidades como parte de la tripulación y las personas a bordo, es extensiva las conexiones con personas que se puede establecer y la cantidad de lugares que se conocen.
Como muestra del enfoque en la experiencia y servicio al cliente de esta línea de cruceros, siempre recordaré una frase que resumía las políticas para la tripulación. Decía así:
“If you’re not serving a Crystal guest, you are serving someone who serves a Crystal guest” o, en su equivalente en español, “Si no estás atendiendo a un huésped de Crystal, estás sirviendo a alguien que sirve a un huésped de Crystal”
Para entonces, recuerdo que yo casi no sacaba mi cámara del barco. Sin embargo, me fijé una meta a nivel personal de tomar fotos panorámicas de los diversos lugares del mundo que visitábamos. Así creé una larga línea de fotos panorámicas que tengo en mi portafolio y que he expuesto varias veces en diversos lugares.
Como podíamos participar en los tours que hacían los pasajeros en tierra para tomarles fotografías, tuve oportunidades únicas. En Tailandia, por ejemplo, pude estar en el Four Seasons para el almuerzo en medio de un día de tour.
Recuerdo una vez en Niza que debía atracar en Villafanche y tuve problemas para tomar el tren de regreso al barco. Unos pasajeros me llevaron en el taxi con ellos, haciéndome sentir como su hija más que su fotógrafa. Una se conoce los nombres de los pasajeros en estas aventuras y ellos el de una. Realmente es como construir una gran familia.
A bordo, además, el tiempo se suspende mientras la vida sigue en el país de una. A una se le olvida que existen los días. En realidad sólo llegan a existir dos días, los días de mar y los de tierra (port day o sea day). El calendario gregoriano se pierde y la vida se convierte como en una vida paralela de la que se vive en tierra.
A todo esto, lo que me gustaría contarles es que muchas de esas políticas yo me las quise traer a mi propio negocio. Quise hacer de mi empresa fotográfica un negocio de lujo, con productos de calidad, y también high end.
Luego yo comprendí, con los años, que yo debo ser yo y más auténtica, pero que esas políticas son importantes. Aprendí que es vital que se vivan dentro del negocio mismo; empezando, por ejemplo, en mi buena trata con mis colaboradores y, por supuesto, con ustedes, mis clientes y allegados que me pueden estar leyendo.
Muchas gracias por su tiempo y un abrazo a la distancia,
Karla