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Tarifas de fotografía profesional

Un comentario común sobre la fotografía profesional son las tarifas que cobramos los fotógrafos. Entonces, hoy aprovecho para esclarecer un poquito los gastos detrás del trabajo de un fotógrafo profesional.

Rápidamente, hay que contemplar que un fotógrafo requiere estudio, conocimiento, cambios de equipos obsoletos, cámaras, la inversión y depreciación de las mismas, y mantenerse al tanto de las nuevas técnicas y conocimientos que se están desarrollando frecuentemente.

Precio versus calidad

Dicen que “lo barato sale caro” y yo creo que eso es cierto en el campo de la fotografía profesional. Irse por precio en este campo tiene el riesgo de que no hay una buena calidad en el producto final o que no está tras el lente la persona más indicada para tomarle su foto.

Con las secciones siguientes espero que se explique mejor por qué eso es así.

El equipo que tienen los fotógrafos

Un buen equipo da respaldo de un producto de calidad, e inclusive de una impresión adecuada. Sin embargo, para informarse más sobre la impresión fotográfica, mejor les invito a remontarse a mi publicación sobre la calidad de impresión.

La idea siempre es crear un producto de calidad que perdure durante años.

Fotografía con fines ilustrativos

En la fotografía profesional, hay que contar que los equipos se vuelven obsoletos y hay que cambiarlos con cierta frecuencia. Aparte de la inversión que eso significa, hay que contabilizar la depreciación de los aparatos.

Hay muchos fotógrafos que se producen a diario, como cuando alguien se compra o le regalan una cámara y creen que, con las tecnologías nuevas y lo fácil que hacen usarlas, ya se pueden dedicar a tomar fotografías de manera profesional.

No hay que dejarse embarcar. Así como los médicos salvan vidas, los fotógrafos hacen que los recuerdos duren por siempre.

Fotografía con fines ilustrativos

Costo del equipo

Ahora, por otro lado, un fotógrafo profesional fácilmente puede andar unos 10 mil dólares en el maletín de trabajo. Eso es así, porque un fotógrafo generalmente va a tener al menos 2 cámaras. Uno tiene que tener un respaldo para llevar a cabo su trabajo, por lo cual los fotógrafos profesionales por contrato siempre tienen un back-up.

Además, una cámara de muchos megapixeles lo obliga a uno a comprar una computadora más pesada, por ejemplo. Uno busca una que tenga mayor almacenamiento para las imágenes. Encima debe invertir en galerías virtuales y nubes, en equipos de computadora, en utilería o props para las sesiones de fotos (como las que llevo a los kinders, por ejemplo).

Uno también suele llevar un banquito o unas mantas..¡hay fotógrafos que cargan almohadones!

Por otro lado, hay que contabilizar el equipo de iluminación y los fondos. Todo es un conjunto.

Fotografía con fines ilustrativos

La rentabilidad de las sesiones

Es precisamente por eso que no es rentable para mí hacer una foto pasaporte en estudio, y menos a domicilio. Por dos mil colones que debe ser el costo de esa fotografía usualmente, por ejemplo, yo tendría, como mínimo, que montar 4 luces, ir a montar el fondo y arriesgar, encima, que ese fondo se puede arrugar.

Depreciación rápida

El equipo no sólo se deprecia, sino que lo hace muy rápido. A cada rato salen cámaras nuevas, con más mega pixeles y alguna otra variante.

De igual forma, las cámaras están hechas para una cantidad limitada de disparos. Es por esa medida que las compañías garantizan el funcionamiento de la cámara. Pueden ir de 100mil disparos en adelante.

Cuando la cámara alcanza una cantidad de disparos en particular, es posible que comience a fallar el sistema de obturador (el “shutter” en inglés). Para arreglarlo, hay que cambiar todo el sistema, incluyendo el botón. La cámara se resetea y empieza en cero disparos de nuevo.

Ahora, eso hay que cambiárselo con base en la cantidad de uso que uno le da. Yo puedo llegar a 100mil disparos en un año u 11 meses.

Fotografía con fines ilustrativos

Asimismo, hay que estar renovando el equipo, comprando reflectores nuevos, pasándose a objetos más portátiles y livianos. Ahora hacen cosas wireless y es mejor conseguir eso para evitar cables atravesados en el trabajo y las zonas de tomas de fotografías. Hacen cámaras más livianas, aunque existen equipos muy pesados. Uno pasa buscando que lo que anda sea más práctico y el valor de las cosas que uno termina andado encima es muy elevado.

Fotografía con fines ilustrativos

Oferta y demanda nacional

Ahora, la última cosa que me gustaría tomar en cuenta es que la mayoría del equipo que uno necesita no se puede comprar en el país. Hay que ir a traerlo para poder asegurarse que llegue bien y luego pagar los impuestos correspondientes para nacionalizar el producto. Mucho equipo no tiene el respaldo de garantía nacional cuando se tiene que traer así y en caso de algún problema, hay que enviarlo afuera luego para que rija la garantía y se pueda reparar. Todo eso tiene costos y gastos.

El equipo que uno usa va en relación con la calidad de trabajo que uno realiza.

El entrenamiento

Ya lo mencioné un poco antes, pero me gusta pensar en la comparación entre un médico y un fotógrafo, porque tomar fotografía profesional va más allá de apretar un botón o saber usar una cámara.

 

Para ser fotógrafo profesional hay que haber estudiado y estarse formando constantemente en nuevas técnicas y conocimientos.

Mínimo hace falta llevar un par de talleres al año, para lo cual lo óptimo en Costa Rica es salir del país a formarse. La calidad a nivel nacional es muy limitada. Entonces, cada taller puede ir desde 400 a 2000 USD cada uno, por ejemplo. Empiezan a sumar las cuentas. 

La toma de fotos

Vayamos a lo más básico ahora.

Una toma de fotografías no dura el tiempo que yo paso con mis clientes.

Por el contrario, tengo que contabilizar el tiempo de traslado a un lugar o empresa, el tiempo de regreso, lo que monto el equipo al carro, hago los arreglos necesarios si hay que alistar algo para el lugar donde se van a tomar las fotografías, las revisiones, comunicaciones con los clientes, etcétera.

Por otro lado, hay que tomar en cuenta lo que se dura tomando fotos sobre el tiempo de edición y retoque de las fotografías.

El tiempo que toma producir una fotografía profesional va más allá del tiempo que paso con cada cliente en estudio o una ubicación alternativa.

El precio de un recuerdo

Para finalizar, quiero recordar una frase que ha dicho David Bastianonni cuando aclaraba que los fotógrafos “somos los responsables de los recuerdos de futuras generaciones”.

Si no hacemos un buen trabajo, se pierde la foto de la abuela. Eso marca la diferencia entre un nieto que siempre la puede recordar y otro que no. El peso no suele ser tan importante en las fotografías como cuando la gente fallece, lamentablemente.

Lo que nos sirve como fotógrafos es abrazar esa responsabilidad que tenemos de preservar los recuerdos de las familias.

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