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Mis inicios en la fotografía profesional

Los primeros pasos

Estudié fotografía sin pensar. En realidad, al principio nunca lo vi como profesión o carrera siquiera.

Mi primera cámara fue una 110 que me regalaron cuando estaba como en 6to grado de la escuela. Luego tuve una reflex.

Recuerdo que, más joven, cuando me fui a mochilear y mientras estuve de intercambio, yo siempre era la que andaba la cámara fotográfica tomando fotos. Parecía que no hubiese estado en ninguno de esos lugares ni salidas nunca. ¡No salía en ninguna! 

Cuando volví de mochilear, me metí a estudiar Relaciones Internacionales. Lo hice, porque quería viajar, pero rápidamente me di cuenta que no era lo mío. Dejé la carrera botada en el segundo cuatrimestre y estuve de asistente en un kinder.

La matrícula en el CUNA (ahora UTN)

Cuando llegó la hora de matrícula en las universidades, supe que a mami no le iba a hacer gracia que no fuera a estudiar. Así que empecé por llamar a preguntar por cursos libres.

En ese momento, el ex-directorde la carrera de fotografía me contestó el teléfono y me dijo que, si estaba soltera y tenía el chance, metiera cursos de la carrera, en vez. Esto implicaba ir a clases de lunes a viernes de 6:00 p.m. a 9:00 p.m.

Recuerdo que justo el día que llamé era la matrícula. Y resulta que 4 meses antes tenía que haber asistido a una charla, pero yo nunca supe que eso había que hacerlo. Entonces me fui a matricular sin saber nada y recuerdo que una muchacha en una mesa me dijo que no me iba a permitir hacerlo sin el requisito de la charla cumplido. En ese momento, el ex-director de carrera estaba almorzando. Según yo, me fui a buscar a la directora de carrera, sólo para darme cuenta que era la misma persona que había estado sentada a la mesa.

Tuve que bajar la cabeza, volver y ser más humilde.

Durante esa semana fui varios días para que me dieran la bendita charla. Luego fui a matrícula extraordinaria.

Todo esto era en el entonces CUNA, que ahora se llama la UTN (Universidad Técnica Nacional).

Cursé el bloque completo hasta graduarme y luego hice una pasantía en la OIJ para cubrir una maternidad.

Mi entrada al mundo de los barcos

Un tiempo atrás había conocido a un amigo en Israel que estaba trabajando en fotografía en cruceros. Cuando el barco en el que él andaba pasó por Costa Rica, me invitó a Puerto Limón a conocer la embarcación y al equipo de fotógrafos.  Ahí fue que realmente empezó mi proceso de empezar a aplicar para trabajar en cruceros. 

En ese barco de mi amigo venía el director de operaciones. Hice la entrevista y compartí con el grupo de fotógrafos. Luego me llamaron de Inglaterra que habían dado el visto bueno para que yo entrara.

Alrededor de 2 meses después ya yo estaba buscando panties, tennis blancas y demás cosas para cumplir con el requisito de uniforme y poder embarcar.  

La calidad de un servicio personalizado

Todo esto lo cuento alrededor de mis fotografías de nuestras sesiones familiares de navidad, por varias razones:

No he querido involucrar más fotógrafos, por ejemplo, porque no quiero arriesgar que pueda bajar la calidad del servicio que doy.

Quiero ser yo la que estoy aquí para usted, y así usted sabe que no va a venir a que le atienda nadie más.

Mi meta es que las sesiones de fotografía profesional sean algo muy relajado. A veces, sin saber el trasfondo profesional de quien tengo frente a la cámara, puedo pedirle a un director ejecutivo que se siente en el piso para una fotografía familiar, por ejemplo.

Así como para una fotografía profesional me interesa que la fotografía revele justamente un alto profesionalismo, en las fotografías profesionales familiares busco que se refleje la relación que tienen las familias. 

Y luego hay cosas que se vuelven tradiciones, como ahora la camiseta de Heredia de mi hermano en este tipo de fotos.

¡Ya casi es navidad! ¡Qué rápido pasa el tiempo! Con más razón a plasmar recuerdos eternos en fotografías profesionales.

Las sesiones de navidad se han vuelto tan populares que nosotros ya desde este mes de julio comenzamos a planearlas, a buscar referencias, pensar en el set, etcétera. Llevamos 6 años de estar haciendo esto y por dicha tenemos clientes que, con gran fidelidad, han ido creando una tradición junto con nosotros.

¡Ojalá estén bien! ¡Nos vemos pronto!

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