Hoy acompaño esta nueva publicación sobre la calidad de productos de impresión para fotografía profesional con videos que me compartió JBP-Reyma, uno de los laboratorios de impresión profesionales en nuestro país, a quienes agradezco por este material educativo tan valioso para clientes y profesionales de fotografía.
¡Ojalá lo aprovechen y les guste!
¿Cuál tipo de papel usar para imprimir?
Cuál papel se escoge queda a preferencia del cliente y va de la mano con el diseño de lo que esté queriendo generar y la temática de la sesión.
El tipo de papel que yo recomiendo es luster, pero es meramente una preferencia. El luster no es brillante y no quedan marcadas las huellas digitales.
Otros papeles de calidad son el velvet, el metálico, el brillante, el matte…
Hay una variedad de papeles muy grandes, siempre dentro de los papeles fotográficos.
Por ejemplo, un papel metálico se escoge, porque es más moderno y la sesión de fotografías es más contemporánea. Es más edgy, si se quiere.
Si fuera velvet, es un papel que parece acuarela y es más caro, también. Es una combinación entre moderno y vintage.
No recomiendo usar los papeles que traen otros tipos de libros, como papeles couché, opalina o bond, porque no son papeles fotográficos.
Las ventajas de seleccionar un lugar profesional
La primer ventaja de ir a un lugar profesional de impresión es que hay un equipo de laboratoristas encargados.
Además, trabajan con monitores calibrados. Si el monitor no está calibrado y uno corrige con base en lo que ve en el monitor, la impresión puede salir diferente. Es importante que se calibren periódicamente.
Un laboratorista tiene el ojo entrenado para ver los diferentes tipos de color.
Se calibra de acuerdo con el tono de piel de la foto, por ejemplo. Si no tengo el ojo entrenado, podría estar imprimiendo de manera tal que la persona tenga una piel de color verduzco.
El principal problema para los clientes de no ir a un lugar profesional es que se les entrega una foto con tonos verduzcos, por ejemplo, y no están notando la mala calidad del producto.
Como fotógrafo, el compromiso es entregar un producto de calidad, sin importar si el cliente está educado o no.
Además, una impresora de la casa puede usar 3 o 4 tintas, mientras que una de estudio tienen 12 tintas diferentes para lograr una gama de colores muy amplia.
Impresiones en blanco y negro
Inclusive las impresiones en blanco y negro tienen gran gama de grises.
Si no se hace profesionalmente, pueden quedar contrastadas y se pierde detalle en los blancos o en los negros.
Toda la foto, entre toda la gama de grises, de blanco y negro, tiene que poder mostrar el detalle.
Con un laboratorista detrás de cada imagen, si debe hacer correcciones, las hace.
En el laboratorio se pueden hacer pruebas antes de imprimir para saber que está viendo lo correcto en el monitor, por ejemplo. Se ve si se mandó a imprimir en perfil de color correcto (o si hay que hacer un perfil de color nuevo para esa impresión) y en el papel que es. Si deben usar guantes para no manchar la foto, se usan.
Hay una manipulación distinta del producto con softwares especiales para fotógrafos o laboratorios.
En Office Depot, por ejemplo, hay operadores sin información de fotografía y, de necesitar consejo, no tienen criterio para contestar.
En los lugares profesionales de impresión existe un respaldo y garantía en el servicio que se compra. Si algo le pasa a la foto, se puede reclamar.
Escogencia de los marcos
Primordialmente, recomiendo usar marcos con laca para protegerlos de la humedad.
Vivimos en un país húmedo en donde los materiales se pueden enmohecer o se puede perder color en la imagen.
Hay muchísimas variedades:
Existe la foto sobre retablo (de madera) con laca encima, por ejemplo. Prefiero ese tipo de fotos, porque, cuando se usa un marco con vidrio (si no es vidrio especial para museo), no se va a poder ver bien la foto.
Hay un museum glass (mucho más caro), que evita cualquier tipo de reflejo. Dependiendo del vidrio que sea, puede levemente cambiar la tonalidad de los colores.
Cuando se va a buscar el marco, podría usar la foto sobre retablo y luego colocar el marco que uno quiera, pensando en el lugar donde se va a colocar y planeando que va a ir con la decoración de la casa.
Se puede pensar en la posibilidad de crear trípticos o collages, por ejemplo, que cuenten una historia, pero compuesto por diferentes cuadros en un lugar definido de la pared que sea pensado en relación con la decoración de la casa.
Primordialmente, es sacar las fotos de la llave maya para que se aprecien, porque si no, nunca nadie las va a apreciar.
Calidad de los álbumes
Es bueno usar compañías profesionales para los álbumes de fotos. Esas empresas normalmente trabajan con fotógrafos, por lo cual se garantiza la calidad de sus productos.
En los laboratorios, como hemos visto arriba, hay un equipo de control de calidad que revisa los tonos de color sean los apropiados, que el diseño haya quedado de acuerdo con la imagen que se busca y conocen sobre la escogencia del papel. No es sólo usar un software y listo.
Además, la presentación de álbumes se puede hacer en muchos tipos de papel fotográfico.
Siempre va a ser una impresión en HD, con perfil de color apropiado, por ejemplo. No son colores básicos con gama de color muy limitada.
Y, en este sentido, yo no recomiendo Shutterfly; especialmente porque la humedad hace que las páginas se peguen.
Concepto “In-Sales Person”
Finalmente, y sobre el “in sales person”, se trata de que los clientes paguen un monto fijo por la sesión. Luego van al estudio y el fotógrafo les vende lo que necesiten (el marco, el display para sala, o un collage).
Los “in sales person” le venden los productos físicos de una vez para asegurarse que los clientes lleven productos de calidad que les van a durar.
No le dan únicamente una llave maya con la galería de fotos, por ejemplo. Hay que tomar en cuenta que no se quiere que las impresiones se decoloren ni que las páginas se peguen.
Profesionalismo y entrega de fotografías profesionales
Hacer el trabajo de manera profesional incluye hacerlo hasta que se le entreguen las impresiones al cliente. Eso es lo único que garantiza que esas fotos no se van a morir a través del tiempo.
Las compus se mueren, los celulares se pierden o se los roban, la llave maya se la roban en la casa o se pierde, aunque rara vez sucede algo a un álbum de fotos de un álbum de bodas.
La unión familiar de ver una fotografía impresa, además, es distinta a cuando eso sucede con fotos digitales.
David Bastianoni dice que los fotógrafos somos los responsables de los recuerdos de las futuras generaciones. Me parece apropiado cerrar hoy con eso.
Muchas gracias y ¡hasta la próxima!